Futbol, mentiras y videos
7 de octubre de 2025
Futbol, mentiras y videos
7 de octubre de 2025
Mostrar todo

Elogio de la derecha

Enrique Laviada Cirerol –

Si la representación de la derecha se puede apreciar con claridad en
la foto que publiqué ayer en mis redes sociales, donde la reina
consorte de España, doña Letizia Ortiz, dignataria de una de las más
viejas y consistentes monarquías, en los difíciles días de las
inundaciones en Valencia, aparece atendiendo a los damnificados,
comprendiendo sus penurias, solidarizándose con todos,
escuchándoles tanto como fuese necesario y aceptando sus protestas
y hasta sus insultos y agresiones, creo que tiene cualidades y méritos
suficientes.
Es digna de elogio.
Si María Corina Machado, quien encabeza una colación derechista,
recibe el Premio Nobel de la Paz por su larga, valiente y tenaz lucha
en contra de la dictadura en su país, Venezuela, agobiado por la falta
de libertades y hundido en un pozo sin fondo de corrupción y
abusos, que participa en unas elecciones donde los resultados son
groseramente manipulados por el régimen, y es amenazada de
muerte, y aun así se mantiene en una cívica verticalidad frente al
fantoche de Nicolás Maduro, creo que eso tiene cualidades y méritos
suficientes.
Es digna de elogio.
Si ellas representan a la derecha, eso quiere decir que existe en esa
corriente ideológica bastante sustancia democrática de la cual se
puede disfrutar en estos aciagos tiempos. Me parece que podemos
distinguir una frontera claramente establecida con las corrientes más
radicales e intolerantes que se manifiestan de manera deplorable en
ese lado de la política. También tienen su lado oscuro y populista.
Pero confundirlas sería tosco y aberrante. Por supuesto discrepo de
mucho de esas posturas.
No obstante, coincido en algo fundamental, que es entender a la
democracia como la casa común en la que todos debemos vivir,
respetando nuestras diferencias y asumiendo nuestras propias
responsabilidades.
Confirmo que existe una derecha comprometida con la convivencia
civilizada y eso me parce indispensable en un mundo plural.
Es digna de elogio.
………………………………………

En cambio, lastimosamente, observo a la presidenta de México,
Claudia Sheinbaum, en circunstancias parecidas, luego de las
inundaciones en Veracruz, con una postura altanera, exigiendo ser
escuchada, rechazando las quejas de los damnificados, mostrando su
falta de sororidad con las mujeres que claman por ayuda, exhibiendo
su falta de sensibilidad hacia los familiares de quienes perdieron la
vida o se encuentran en calidad de desaparecidos, callándoles la
boca con un gesto casi macabro, colocando su dedo sobre los labios,
en señal de absoluta intolerancia.
¿Esa es la izquierda?
Peor aún se ve a la gobernadora de aquel estado, Rocío Nahle,
intentando minimizar la tragedia, como si se tratara de una
estratagema, es decir, de un ardid o un engaño vil, con el único fin
de que no se vea empañada su imagen personal, lo mismo si se trata
de los estragos de la violencia o los de las inundaciones, donde lo
que importa es ella misma y su partido, nadie más, en una de las
peores formas de traicionar a sus gobernados.
¿Esa es la izquierda?
Mi respuesta es no. Definitivamente no.
Para infortunio del proceso histórico reciente, la izquierda como
corriente política e ideológica se ha desdibujado en el panorama de
muchos países, incluido el nuestro, para ser suplantada por un grupo
de populistas autoritarios y corruptos que han echado por tierra
décadas de reflexión crítica en busca de una izquierda flexible,
moderada en sus posturas, respetuosa de las libertades, leal a sus
convicciones y decididamente comprometida con la democracia.
Esos grupos populistas están, ahora, peligrosamente ligados a las
redes del narcotráfico a escala internacional, lo que eleva su
autoritarismo a niveles delincuenciales y hace que su corrupción
deje de ser un simple escándalo, para convertirse en una tragedia
nacional, que muy probablemente nos cueste varías décadas de
progreso y convivencia civilizada.
Su posible derrota representaría un avance de la democracia, de ahí
mi elogio a la derecha, mi deseo de sobrevivencia de la pluralidad y
del libre tránsito de las ideas y el apego a la competencia entre
adversarios que se distinguen y, al mismo tiempo, son capaces de
entenderse en las urnas, y en las tragedias, y en todas las facetas de
la vida en común.
Si rendirse.
…………………………….
Acertijo
La clave está en otra parte