Adiós a la mañanera
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4 de diciembre de 2025La pequeña víctima y el gran cacique
Enrique Laviada Cirerol –
No creo que se lo hayan propuesto, no de manera tan abusiva, pero lo lograron, la presidenta Claudia Sheinbaum se consagró en su papel de pequeña víctima, con la ayuda del gran cacique, Andrés Manuel López Obrador, la una y el otro, realizando movimientos aparentemente sincronizados, en medio de la peor temporada de la que tengamos ingrato recuerdo.
Claudia, la pequeña víctima, en su conferencia matutina (sigue la serie) ha llegado a decir que ella y su gobierno son el blanco de una escalada de ataques tremenda, la describe con notorio dramatismo como algo de de gigantescas proporciones, imagine usted estimado lector, un ciberataque de miles de millones de reproducciones en las redes sociales (juro que eso dijo), de los cuales el 70 porciento son pagados (no aportó pruebas) por las fuerzas oscuras de esta y otras galaxias (eso lo digo yo en tono de merecido sarcasmo), y se refería a una andanada (así la calificó) que se le vino encima, millones de pesos en propaganda, aventada desde las alturas para dañar su imagen, tan solo en el último mes.
Pero nos ha dicho que ella resiste, porque en su pequeñez la acompaña el pueblo sabio y se siente más fuete que nunca, justo en ese mes, el fatídico, el de la violencia desatada, cuando la agobiaron los escándalos relacionados con el huachicol y las acusaciones cruzadas y las filtraciones y el público se enteraba de las correrías de los capos parlamentarios y se regaba la noticia sobre la caída de un fiscal que se dedicaba a solaparlo todo, hasta que fue su propio pellejo el que se encontraba en peligro y decidió escapar a una embajada y la pequeña Claudia (víctima) tuvo que pagar las consecuencias.
Estuvimos durante varios días, atónitos, observando el espectáculo grotesco protagonizado por la nomenclatura de Morena tratando de evitar una crisis política.
Pronto trascendió que las negociaciones entre la mafia del poder se habían tornado más que ríspidas en peligrosas, y había que apresurar el relevo con Ernestina Godoy, la experta en asuntos relacionados con el encubrimiento (es ironía), quien se apresuró a saludar la reaparición del gran cacique “que ya esperábamos desde hace tiempo”, dijo, sin temor a que existiera alguna duda acerca de que su improbable autonomía fuese algo real, y agregó, unas sentidas palabras a la grata sorpresa que le causó el video, donde nos permitió (casi con lágrimas de emoción en los ojos) “recordar algunos momentos de su vida de lucha hasta la presidencia de la República, y darnos algunas noticias de lo que actualmente es su vida, y de sus ocupaciones y trabajo”, dejando ver Ernestina el sitio exacto en el que se encuentra su lealtad y su devoción personales.
Y es que, en efecto, lo esperado sucedió, y fue entonces cuando apareció el gran cacique, López Obrador, desde su rancho en Palenque, sentado en un sillón a la sombra de un árbol, anunciando la edición de su nuevo libro (dice que escribe) y de paso advertirnos que si las cosas se ponen peor de lo que están, es decir, si alguna potencia amenazara la soberanía nacional o si crecieran los ataques hacia la pequeña víctima (supongo que no estaba enterado de la guerra de miles de millones de bots en su contra) o si llegara a peligrar la democracia (el humor fue involuntario) saldría, sin dudarlo un minuto, a evitar el colapso.
Pocas horas después, la pequeña Claudia le dedicó al gran cacique algunas palabras, por una parte, de reconocimiento, respeto y admiración, pero también le aclaró que no era necesario que saliera, pues ninguna de las circunstancias que había planteado existen y nada se encuentra en riesgo de derrumbe y la transformación goza de cabal salud.
Aunque regresaran los bloqueos y se llamara a nuevas movilizaciones y hasta a un paro cívico y se hablara de destitución o se exigiera la revocación de mandato y el 2030 se hiciera más cercanamente cruel.
Entre estos dos personajes, ambos protagonistas estelares de esta triste historia, se traza, en cada episodio, la delgada línea que separa a la sumisión de la incapacidad, lo que tratándose de política en general, y del ejercicio de gobierno en particular, resulta sumamente peligroso, exactamente como me lo dijo un buen amigo, han convertido a este país en un meme que no da risa.
De la economía hablaremos el próximo jueves.
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Acertijo
Dícese de lo patriarcal como lo que es esencialmente autoritario bajo una apariencia distinta.
